ULTIMAMENTE

Veo que el blog es un éxito, a pesar de que aún somos pocos los que nos involucramos con sus páginas, pero sospecho que son aún más los que nos leen y no se atreven a escribir. Papy Ricky, por ejemplo, debe entrar de vez en cuando a husmear.
Se me critica a menudo que desaparezco del blog, lo que es una verdad a medias: es cierto que en las últimas semanas no he tenido mucho tiempo porque mi madre ha sido internada en el Hospital Loayza con un grave cuadro de neumonía y, luego, se le detectó un tumor en uno de los pulmones. Tiene 86 años y su situación es muy delicada. Ello me ha obligado a renunciar a los "momentos libres". En verdad es bastante deprimente ver a un pariente en un hospital como el Loayza, en un pabellón de 30 camas. No es que sea exquisito ni mucho menos, pero hasta hace unos años pertenecía a una clase media acomodada, pero después del 2000 resulta que he perdido por lo menos el 40% de mi patrimonio, lo que resulta irónico. Este es un país donde uno entra a la política con una mano atrás y otra adelante y al cabo de unos años posee una situación boyante. Pero además se le ocurrió a mi mamá enfermarse en medio de una coyuntura difícil, pues aún no termino de pagar una hipoteca.
Les cuento todo esto, a riesgo de aburrirlos, porque a quienes hemos tenido cargos y figuración en el gobierno de Fujimori, sin excepción, se nos convierte, por lo menos en sospechosos de actos de corrupción. Nuevamente digo que es irónico porque no puedo hospitalizar a mi vieja en una clínica, como seguro sí lo puede hacer algún decentísimo miembro de ong que cobra en dólares por luchar contra la pobreza y la corrupción.
Y aquí viene una anécdota de las mías: desde el 2000 soy un gourmet misio y estando en Comandante Espinar, Miraflores, detúveme un buen día en el Deli France a comprar el postre más barato: cuatro soles. Para mi sorpresa alguien ya iba por la segunda bolsa de productos de delicatessen (salchichas tailandesas, prosciutto di Parma, paté campaigne, paté al coñac, selección de quesos). Era nada menos que el capo de la mayor ong defensora de los derechos humanos, un tipo muy conocido. Y bueno, que buen gusto y qué buena billetera me dije. Y me olvidé del asunto hasta que meses después veo al fulano en la TV arengando a los trabajadores afiliados en la CGTP, prestos a marchar desde su local central en la Plaza 2 de Mayo.
Y entonces recordé algo que había leído de Julio Ramón Ribeyro: en Prosas Apátridas refiere que nunca comió tan espléndidamente como cuando fue invitado en una ocasión a la casa de un cardenal, en Roma.
En el Perú navegamos en oceános de impostura. Si en el Perú no hay una izquierda (salvo Guzmán y Polay que se fueron al monte) es porque quienes se presentan como los abanderados del cambio social y la revolución viven a escondidas vidas enteramente burguesas. Pero además nunca se ponen de acuerdo porque los corroe la ambición personal. De alí la explicación de la existencia de tantas tribus de izquierda. Es la vida personal la que refleja todo lo que somos y no las palabras que decimos, las ideas e ideologías.
Una persona como yo (disculpen el egocentrismo)que tiene lo que heredó (lo que le queda), que trabajó con el Chino durante diez largos años y nunca hizo un negocio con el Estado, vio morir arruinado a su hermano (que pudo ser en vez de San Román el vicepresidente) y que vive desde el 2001 en sétimo piso de un departamento en San Borja de 90 metros que lleva caso siete años sin ascensor y donde cada cierto tiempo cortan el agua porque los inquilinos no pagan, tiene más el perfil de un hombre de izquierda que alguien que "profesionalmente" es de izquierda, pero que vive como el capo de la ong de quien les hablaba.
Por eso no hay izquierda en el Perú, y tampoco derecha. Lo que hay son tribus angurrientas, y el APRA es una de ellas, quizá la peor. Me permito estas licencias yo que pedí no hablar de política, ya que los demás lo han hecho. Prometo no volver a hacerlo.
Y pasando a otro tema, alguien, o todos, han recordado la fiesta de promoción que tuvimos en el local de la Federación de Empleados Bancarios. Por supuesto que estuve allí, en mi condición de tesorero de la Promo. Lo que nadie parece recordar es que la inepta burocracia de la Federación o algún burro de nuestra Promo, creo un problema de la gran seven esa noche. Los que llegaron tarde o no estuvieron en la organización ni se enteraron. Cuando llegamos para arreglar todo, a eso de las 7 de la noche, nos encontramos con que el local había sido alquilado esa fecha a un club provinciano. Lógicamente esta gente ya había pagado y separado el local y no aceptaba que nosotros entráramos, y mucho menos, hiciéramos una fiesta. El huevón del coordinador de la Federación no sabía que hacer. Así estuvimos como dos horas en un lio de la putamadre. Empezó con mutuas recriminaciones, paso a palabras gruesas, insultos y luego los más grandazos de la promoción se quisieron ir a las manos con os provincianos. Y ya empezaba a llegar gente de las dos fiestas. Este pechito propuso que se hicieran las dos fiestas a la vez. Al principio los provincianos me mandaron a la mierda y se pusieron tercos. Regresó la tensión y los conatos de mechadera. Finalmente un viejo dirigente del Club, al ver que llegaba la gente suya y que todo se estaba complicando y saliendo de control, acepto. Dividimos con unos confortables enormes, raídos y mugrientos el gran salón, y cada grupo inicio su fiesta. LOs problemas no acabaron porque las dos orquestas tocaron temas de distinto género: huaynos y rock lento, por ejemplo. Era el desmadre. Pero las fiestas continuaron. Hubo pequeños problemas después, que este pechito bomberil controló: a las 2 de la mañana la frontera construida con los confortables comenzó a "calentarse" porque ya habían choborras en ambos bandos. Nuevamente los pugilatos, las mentadas de madre, las amenazas. Para nosotros la fiesta terminó a las 4 o 5 de la mañana. Como tesorero me retiré acompañado, creo, por el "Oso" Delgado, quien se ofreció a escoltarme hasta Guzmán Blanco. Yo iba con el billetón recaudado esa noche.
Se ha borrado de mi memoria -habría que preguntarle a Papy Ricky- si se compraron o no anillos, si alguien recibió algo. Yo no recuerdo nada.
En otra ocasión contaré como se bautizaron Vitin, Vargas y otros en el Chon San con plata de la Promo, prestadita nomás. Como responsable del billete yo tuve que reponer esa plata porque nunca me devolvieron los préstamos. Pero esa es otra historia y será contada, con lujo de detalles, en otra ocasión. Que tengan buenas noches, o buenos días.
Carlos Orellana