domingo, 28 de noviembre de 2010

LA DIETA DE LA ALEGRIA / CARLOS ORELLANA


Transcribo una nota que publique en mi blog "Esquirlas" y que tiene que ver con el artículo enviado por Javier Noriega. Espero que les guste:

LA DIETA DE LA ALEGRIA
Los intelectuales padecemos a menudo de obesidad de información. Tragamos desmedidamente datos. Antes lo hacíamos a través de la tradicional ingesta libraria y hoy con el auxilio de ese monstruo de dos caras que es el Internet. A veces la Red funciona como una suerte de gigantesco restaurante de fase food : ofrece en encantadores envases información que no nutre ni intelectual ni espiritualmente, y que a veces suele llevarnos a cometer grandes errores o a confirmar y desarrollar algunas conductas patológicas.
Me enteré de una de estas últimas a través de un programa de televisión que co-dirige un antiguo condiscípulo, el notable actor peruano Gian Franco Brero. Se refirieron en 3G (así se llama el programa) a la ortorexia y la definieron en términos gruesos. Lector y navegante compulsivo como soy, me dirijí a Google para indagar por el significado, in extenso, del terminajo.Descubrí que mi conducta desde hace dos años es abiertamente ortoréxica. El texto que leí, que parecía muy serio, no dejaba lugar para la duda.
Efectivamente, desde que el año 2006 –el peor año de mi vida-, año en que me detectaron unos pólipos benignos en el estómago, en que se me reventó una úlcera duodenal, cuya existencia desconocía, y que rodé por unas escaleras y estrellé mi cráneo contra el implacable concreto, no sólo me he preocupado por recuperar peso, sino , igualmente por huir del temible colesterol y síntomas como los mareos. Es decir recuperar peso, evitando las grasas malas y, de paso hallando de una forma nunca bien entendida, la fórmula para alimentarse de modo sano, entera y radicalmente sano.
Demás esta decir que esta obsesión me llevaba a evitar carnes rojas, chocolates con leche, la propia leche y todo aquello que podría constituir un carcinógeno o el disparador de un infarto. Las lecturas frecuentes en Internet de temas relacionados con nutrición y prevención de enfermedades me llevaban a hallazgos que colocaban varios rubros de alimentos en la sección “prohibidos” e, igualmente a hallazgos que me convertían en devoto de otros alimentos y bebidas reputados como anticancerígenos, fuente de antioxidantes, polifenoles y antiocinaninas.
Conocí a respetables amigos vegetarianos, y hasta estuve a punto de ingresar al club de Ghandi, pero me dije que lo mejor era comer más verduras y frutas sin dejar proteínas animales que no estaban en la lista de venenos a largo plazo. Y seguí comiendo pollo, cuy y pescados, especialmente los azules. Pecaba alguna que otra vez con lo que mi amigo Mito Tumi llama “bichos marinos”, varios de ellos cargadísimos de colesterol. Pero la pasión por los mariscos es una pasión aunque suicida, irrefrenable.
Pero después del programa que ví por televisión, se me descuadró todo el esquema ortoréxico. Me di cuenta que durante un largo tiempo había perseguido una utopía nutritiva, que no soy médico, que mejor que todo el Internet es el sentido común y el sentido de mi cuerpo. Respecto a esto último debo confesar que algo que igualmente me hizo recapacitar fue lo que me dijo alguna vez, hará unos 25 años, un médico naturista japonés, al que acudí con con una lumbalgia tremenda, producto, sobre todo, de un estrés evidente. El japonés sentenció: “Usted no está cansado: está cansado su cuerpo”. Era verdad. Solemos a veces dejar de pensar en nuestro cuerpo y solo movernos en el territorio de las ideas.
Y retomando el hilo: yo hacía, o creía hacer, todo lo correcto para alimentarme bien y evitar que más adelante llegue el cáncer o a la arterioresclerosis. Pero mi cuerpo carecía de una buena batería, lo comprobaba a menudo. Fatiga, cansancio sin grandes esfuerzos. Depresión que muchas veces podía fácilmente explicarse por vivir en el Perú, pero otras veces, no. Algo le pasaba a mi cuerpo.
En algunas ocasiones la dieta ideal debe esfumarse. Ello ocurre cuando muy de tarde en tarde asistimos a una reunión social o a un almuerzo de camaradería. Vienen, entonces, los bifes angostos con papas fritas, algo de provolone, chupe de camarones o un crepe suzette. Saqué en cuenta que me pasaban varias cosas. Me sentía un tanto culpable sacando la cuenta de la cantidad de grasas nefastas que había ingerido, y en el colmo de la obsesión, pensaba cuanto tendría en los días siguientes, que sacrificar por el exceso pasado. Cosa de locos.
Pero ocurría también que me daba cuenta de que después de haber devorado un trozo nada modesto de vaca me llenaba de energía, caminaba más rápido, levantaba la cabeza, la pila o batería estaba cargadita.
Para no hacerla más larga, en una de esas, me acordé que el Buda escuchó, mientras meditaba cerca de la orilla de un río, a un profesor de música y su discípulo sentados ambos en un botecillo. Aconsejaba el mentor: “No tiemples el arco que pueda romperse, ni lo aflojes al punto que quede flojo.” En un afán ajeno al patrioterismo consignaré lo que al uso solían sentenciar nuestras abuelas: “Ni mucho que queme al santo, ni poco que no lo alumbre”. ¡Eureka!
Démosle curso al bife angosto, al pastel con crema chantilly, al piscacho y al chicharrón, todo con moderación. Y sigamos con las frutas, cereales y verduras, que no han sido hechos por las puras. Y parafraseando a Ricardo Palma: En medio de todo eso, póngale satisfacción. Sin alegría de vivir, uno se muere con la mejor de las dietas.

15 comentarios:

  1. Chesu, COQ, cómo se te ocurre colocar en el portal tremendo y suculento plato de anticuchos, sin compadecerte de los comelones que cargamos con bastantes kilos demás.Gran dilema éste de disfrutar los manjares que a cada paso nos asaltan o anudar las tripas y sosegar la fiera que tenemos dentro. Lucha irremediablemente perdida, salvo que tengamos voluntad de monje tibetano o atraquemos entristecernos con una huelga de diente caído. Lo cuerdo, me parece, es no dejar de ser feliz, comer, saborear, combinar potajes con recuerdos y mandar a la m. las dietas, pero enseguida treparse a la elíptica para ejercitarse no menos de 45 minutos

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  2. Si hay algo que me encantaria comer serian unos riquisimos anticuchos con un buen choclo y aji.

    Lamentablemente aqui no venden corazon de res (se usa para preparar comida de gatos). Un crimen gastronomico!

    Hasta hoy corro entre 15 a 20 kilometros a la semana, asi que me puedo dar gusto en comer lo que quiera. Peso los mismos 63 kilos desde hace treinta anos.

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  3. El hermano Mario Pablo está bastante gordito, así pude constatarlo hace algunos meses cuando lo ví por última vez. Bueno es darse sus gustitos, pero sin poner en riesgo la salud. Al Judío le digo en cambio que eso de correr o hacer ejercicio, o visitar peeiodicamente el sauna, no ayuda a bajar de peso. El cuerpo humano es una máquina eficientísima y gasta muy poca energía. Lo que hay que hacer para mantener el peso y la salud es comer rico, pero medido. No mucho que queme al santo, ni poco que no lo alumbre. Y la alegría, eso si es fundamental

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  4. Cambiando de tema, me tomo la libertad de copiar parcialmente un articulo que recibi hoy:

    Fujimori en el paraíso

    Habla de coraje el hombre al que le temblaba la voz cuando se dirigió a buscar refugio en la embajada del Japón la noche del fallido golpe del general Salinas Sedó.

    Habla de honor el hombre que emputeció a la Fuerza Armada, hizo del Congreso un chiquero, suprimió el orden constitucional, desconoció su firma y hasta su huella digital con tal de no pagarle una deuda a la madre de sus hijos.

    Habla de orgullo de sí mismo el sujeto que quiso ser senador japonés para obtener la inmunidad que lo librara del alcance de la ley.

    Habla de responsabilidad el hombre que llenó 45 maletas de vídeos, dinero y botines diversos, tomó el avión presidencial y pasó de Brunei a Tokio donde pidió asilo y desde donde renunció por fax a la presidencia de la República.

    Habla de amor por la patria el jefe de una banda que saqueó las cuentas del tesoro público por un valor que los más conservadores estiman en dos mil millones de dólares.($2,000'000,000 millones USA)

    Qué patético pobre diablo es Fujimori. Se atribuye todos los poderes para las cosas que salieron bien, y se pinta como un presidente disminuido, desinformado e irresponsable cuando le mencionan los asesinatos que cometían los criminales a los que él felicitaba, ascendía y amnistiaba. “Yo era comandante de Las Fuerzas Armadas en el sentido en que un entrenador de fútbol comanda al equipo”, dijo ayer destilando la esencia de su legendaria cobardía, la que sin embargo no aparentaba cuando estando en el poder se atribuía todo el éxito y manifestaba que el disponía todo como Jefe Supremo.

    O sea que debemos alabarlo por haber “comandado” las fuerzas armadas que derrotaron al senderismo, pero debemos exonerarlo de toda responsabilidad cuando esas mismas fuerzas armadas mataban ancianos, niños y mujeres en las alturas de Ayacucho cuando ello salió a la luz.

    Debemos agradecerle el haber sacado al país de la crisis económica en la que nos hundió Alan García –quien hizo tanto para que Fujimori lo sucediera-, pero tenemos que olvidar que con él todos los derechos del trabajador fueron abolidos, todo asomo de equidad fue perseguido, toda corrupción en el proceso de las privatizaciones fue posible, es decir vendió toda la riqueza de la abuelita y su cofre quedó vacío... porque quedó en manos de los corruptos.

    Debemos ser gratos con su régimen porque “refundó el país”, pero tenemos que olvidarnos de que 15 de sus ministros o están presos o están con orden de captura por ladrones.

    Este demócrata que cerró el Congreso, este honrado que permitió la rapiña más grande de la que se tenga noticia, este ciudadano ejemplar que convirtió a un edecán en fiscal para entrar a robar maletas en la casa de Trinidad Becerra, este hombre decente que tuvo como socio a Montesinos, este estadista al que defienden sujetos como Saravá, este ángel que vivió entre alimañas, este hombre ejemplar que dio un golpe de Estado cuando su esposa, en un rapto de bendita locura, denunció los asaltos de su hermana y cuñado Aritomi a la caja de Apenkai, este probo encubridor de Miyagusuku, esta vergüenza que grita lo que lee y juega con la voluntad de olvidar de los peruanos, este señor Fujimori, en suma, sigue siendo exactamente el mismo miserable que la miseria moral adora y hace suyo.

    El secreto de Fujimori es que ha convertido en socialmente exitosos los peores vicios de la “peruanidad”: la crueldad en el tumulto, el cinismo como método y, sobre todo, la cobardía elevada a la categoría de función vital. El triunfo de Keiko Fujimori, de darse, será el resumen vistoso de la tragicomedia nacional y una prueba de que hay países económicamente pujantes y moralmente inviables.

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  5. Permitanme cambiar de tema y copiar parcialmente un articulo que recibi hoy:
    Fujimori en el paraíso

    Habla de coraje el hombre al que le temblaba la voz cuando se dirigió a buscar refugio en la embajada del Japón la noche del fallido golpe del general Salinas Sedó.

    Habla de honor el hombre que emputeció a la Fuerza Armada, hizo del Congreso un chiquero, suprimió el orden constitucional, desconoció su firma y hasta su huella digital con tal de no pagarle una deuda a la madre de sus hijos.

    Habla de orgullo de sí mismo el sujeto que quiso ser senador japonés para obtener la inmunidad que lo librara del alcance de la ley.

    Habla de responsabilidad el hombre que llenó 45 maletas de vídeos, dinero y botines diversos, tomó el avión presidencial y pasó de Brunei a Tokio donde pidió asilo y desde donde renunció por fax a la presidencia de la República.

    Habla de amor por la patria el jefe de una banda que saqueó las cuentas del tesoro público por un valor que los más conservadores estiman en dos mil millones de dólares.

    Qué patético pobre diablo es Fujimori. Se atribuye todos los poderes para las cosas que salieron bien, y se pinta como un presidente disminuido, desinformado e irresponsable cuando le mencionan los asesinatos que cometían los criminales a los que él felicitaba, ascendía y amnistiaba. “Yo era comandante de Las Fuerzas Armadas en el sentido en que un entrenador de fútbol comanda al equipo”, dijo ayer destilando la esencia de su legendaria cobardía, la que sin embargo no aparentaba cuando estando en el poder se atribuía todo el éxito y manifestaba que el disponía todo como Jefe Supremo.

    O sea que debemos alabarlo por haber “comandado” las fuerzas armadas que derrotaron al senderismo, pero debemos exonerarlo de toda responsabilidad cuando esas mismas fuerzas armadas mataban ancianos, niños y mujeres en las alturas de Ayacucho cuando ello salió a la luz.

    Debemos agradecerle el haber sacado al país de la crisis económica en la que nos hundió Alan García –quien hizo tanto para que Fujimori lo sucediera-, pero tenemos que olvidar que con él todos los derechos del trabajador fueron abolidos, todo asomo de equidad fue perseguido, toda corrupción en el proceso de las privatizaciones fue posible, es decir vendió toda la riqueza de la abuelita y su cofre quedó vacío... porque quedó en manos de los corruptos.

    Debemos ser gratos con su régimen porque “refundó el país”, pero tenemos que olvidarnos de que 15 de sus ministros o están presos o están con orden de captura por ladrones.

    Este demócrata que cerró el Congreso, este honrado que permitió la rapiña más grande de la que se tenga noticia, este ciudadano ejemplar que convirtió a un edecán en fiscal para entrar a robar maletas en la casa de Trinidad Becerra, este hombre decente que tuvo como socio a Montesinos, este estadista al que defienden sujetos como Saravá, este ángel que vivió entre alimañas, este hombre ejemplar que dio un golpe de Estado cuando su esposa, en un rapto de bendita locura, denunció los asaltos de la hermana Rosa y del cuñado Aritomi a la caja de Apenkai, este probo encubridor de Miyagusuku, esta vergüenza que grita lo que lee y juega con la voluntad de olvidar de los peruanos, este señor Fujimori, en suma, sigue siendo exactamente el mismo miserable que la miseria moral adora y hace suyo.

    El secreto de Fujimori es que ha convertido en socialmente exitosos los peores vicios de la “peruanidad”: la crueldad en el tumulto, el cinismo como método y, sobre todo, la cobardía elevada a la categoría de función vital. El triunfo de Keiko Fujimori, de darse, será el resumen vistoso de la tragicomedia nacional y una prueba de que hay países económicamente pujantes y moralmente inviables.

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  6. Amigos, mil disculpas por el duplicado articulo. Mi error.

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  7. ES un refrito de Cesar Hildebrandt. No sé a que viene. Hay que evitar la politica, querido Jude.

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  8. Vate, no sabia que era un articulo antiguo de Hildebrandt. Me lo enviaron hoy unos companeros de promocion de la UNI.

    Discrepo contigo: La politica no hay que evitarla nunca. Podremos tener posiciones opuestas en ella, pero la amistad de toda la vida trasciende diferencias.

    Yo soy capitalista, tu socialista, yo libertario, tu fujimorista, yo ateo, tu creyente, todas y cada una de esas discrepancias no impiden que seamos amigos y contrastemos ideas.

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  9. No me parece bien que provoquemos discusiones políticas, pero como sucede en la península coreana, a veces es necesario responder. Aquí transcribo no un refrito, sino las declaraciones del más reputado analista de marketing político, Alfredo Torres. Esto apareción HOY:

    Apoyo: “En el 2000 Alberto Fujimori ganó las elecciones limpiamente”


    Versión de fraude fue por error de encuestadoras, afirma Alfredo Torres
    Luego de diez años se empieza a revelar la verdad de la votación en los comicios presidenciales del 2000, que fueron etiquetados como un “fraude electoral” porque las cifras de las encuestadoras daban primero como ganador a Alejandro Toledo, cuando el conteo oficial fue favorable a Alberto Fujimori.

    Así lo indicó el director de Ipsos-Apoyo, Alfredo Torres, en entrevista a la revista “Poder”, donde habla de su trayectoria en sondeos de opinión, y reconoce que en el proceso de ese año cometió el mayor error de su carrera, que le dejó enseñanzas de cómo no difundir resultados.
    “Las tres encuestadoras que trabajamos ese día nos equivocamos en dar por ganador en boca de urna a Alejandro Toledo cuando en la encuesta del día previo ganaba Alberto Fujimori. Y en el conteo rápido también salió Fujimori como ganador. Es cierto que nosotros nos equivocamos menos que las otras dos, en las que había una diferencia clara a favor de Toledo, mientras que nosotros dimos un virtual empate. La verdad es que Fujimori había ganado la elección”, señaló.

    Sin embargo, la impresión que esta sucesión de flashes electorales dejó en la opinión pública fue utilizada por los antifujimoristas para impugnar los resultados reales, y presionar al gobierno, con una supuesta falta de legitimidad en las urnas.

    Voto escondido
    “Todo eso generó suspicacia sobre la posibilidad de que se hubiera producido un cambiazo en las ánforas. Se pensó que lo verdadero era la boca de urna y lo falso el resultado de la ONPE. Pero el error estaba en la boca de urna. Lo que pasó es que la gente no dijo la verdad, había un clima muy polarizado y decir que uno había votado por Fujimori se veía mal, mientras que votar por Toledo se veía bien”, agregó Torres.

    En ese sentido, el ejecutivo de Apoyo indicó que muchas veces se confunde encuesta con pronóstico, lo cual se ha confirmado en la última elección, donde Lourdes Flores perdió frente a Susana Villarán la alcaldía de Lima.

    “En la encuesta de un mes antes, ganaba Lourdes; una semana antes, ganaba Susana por amplio margen; y el día previo, Susana por un punto. La opinión pública es muy volátil, por lo cual es un error grave usar una encuesta para pronosticar el resultado final”, indicó, como para justificar que no hayan acertado previamente el estrecho margen de los resultados.

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  10. Vate, tu ultimo comentario ha sido esclarecedor y me ha terminado de convencer.

    De ahora en adelante apoyare la canonizacion de San Alberto, eterno defensor de los hombres honestos, pobres e indefensos.

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  11. Cambiando de tema, se deja extranar la presencia de Aldo Galvan. Esperemos se recupere pronto de su enfermedad y vuelva a este blog.

    Hagamos un brindis por Maquisapa!

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  12. Socios de la conquista, a los de la generación del mayo francés del 68 nos parece ridícula la vida sin política, ayuna de debate,encarnizado inclusive, pero limpio, pues, como lo entendió Mariátegui, siempre es posible conversar con quien tiene una posición definida, aunque fuese distinta a la que uno sostiene. En el caso de COQ me parece que el fujimorismo no le reconoció su empeño y compromiso, que, como en toda organización político-familiar,se prefirió la mediocridad de operadores impresentables. Estoy convencido, COQ, que esos compañeros de viaje no te merecen, tu solera académica y literaria encontrará, no me cabe duda, un mejor nido.
    Algo final, Manolo, ayer disfruté viendo las playas de Nueva Zelandia, gracias a una graciosísima película italiana (Todos tenemos un ex)que recorre varias locaciones de tu hogar. Imagino que disfrutarás como chancho el verde y el azul de ese paraíso. Ojalá tenga tiempo para escaparme y zambullirmer con mi mujer en los mares de NZ.

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  13. Mario, yo se que NZ esta muy lejos del Peru, pero en la ocasion en que te animes a visitar me avisas y te hospedas en mi casa en Wellington (donde el poeta ceno conmigo hace muchisimo tiempo), donde nunca falta buen vino.

    Los paisajes aqui son verdaderamente increibles. Aun hoy, despues de mas de veinte anos en el pais, no puedo sino detener el auto para admirar la vista cuando salgo de viaje por el interior del pais. La isla del Sur es particularmente bella.

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  14. Es verdad: NZ es un país muy bello. Pero aparte del paisaje cautivante lo que más me impresionó de la gira que por allí hicimos con Fujimori, fue la constatación de una modernísima agricultura y actividad agropecuaria. Recuerdo una estancia o fundo donde se había reemplazado a cien trabajadores por máquinas, de tal suerte que quienes manejaban una considerable extensión agrícola eran cuatro fulanos. Aquello me hizo recordar la lectura de "El horror económico" de Vivian Forrester, best seller de mediados de los 80s. Si resulta inconveniente hablar de políticas en los términos en los que lo hemos venido haciendo, me parece razonable que hablemos de "modelos" y experiencias de desarrollo. Por eso voy a pergeñar unas cuantas ideas para el debate.
    En el Perú de Fujimori, Toledo y García se ha con vertido en verdad sacrosanta la importancia de las inversiones extranjeras como factor que genera empleo y acaba con la pobreza. Esta "verdad" la introdujo M.V.LL. a fines de los 80s. Nada más falso. La inversión intensiva de capital no genera el empleo que todos imaginamos y deseamos y, mucho menos, combate la pobreza. El neoliberalismo es un extremismo pernicioso que genera espectativas entre la clase media y los pobres. Con los apuntes trataré de plantear las ideas para el debate. Te espero en la cancha, Judío Neocelandés.

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  15. Poeta fujimorista, dejame agarrar el guante y tratar de rsponder a los argumentos planteados.

    El vivir en un pais desarrollado y viajar de vez en cuando al Peru me ha dado una vision distinta del mundo. El problema del subdesarollo trasciende la mera economia. El responsable principal de nuestro atraso, de nuestro tercermundismo, es la corrupcion. Alli y solo alli esta la clave del asunto.

    Tu fobia hacia MVLL le imputa esa paternidad sobre la inversion extranjera. No creo que sea asi. Capitales extranjeros son la clave para promover proyectos (NZ es un pais pequeno en el ambito de las finazas internacionales), asi que debemos recurrir a ellos, aunque dentro de una legislacion que prohibe la venta de ciertos industrias fundamentales (un absurdo, en mi opinion).

    El neoliberalismo es mil veces menos pernicioso que el socialismo, que la corrupcion de las elites que gobiernan a nuestros paises.

    El dia que los pilares de la sociedad no sean corruptas, cuando puedas confiar en la Policia, en el poder judicial, en las Aduanas, en ese momento el Peru estara en vias de desarrollo. No un dia antes.

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