
En esta vista fotográfica, algo desvaída, que muestra la antesala del Cine City Hall, puedo reconocer al "Tuerto" García y a Pajares. Quizá otros promos puedan identificar a alguien más.
Posiblemente haya tomado esta foto antes de que empezara una de esas matinales que combinaban películas ligeras y conciertos con Los Doltons o Los Shains.
Recuerdo esta sala cinematográfica que quedaba en la primera cuadra de la avenida Venezuela, en Breña, por dos motivos: antes de 1960 vino al Perú el gran cantante charro Pedro Infante y mi padre me llevó a verlo. Luego en el fatídico año de 1970, más precisamente un día de principios de enero y al terminar la función de vermouth me sorprendió en la calle no una habitual y mezquina garúa limeña, sino una lluvia torrencial. Lluvia como esa no se ha vuelto a ver desde entonces.
El City Hall creo que ha desaparecido, como el Capitol, El Olimpo y otros tantos cines que debieran haber sido declarados monumentos históricos, no solo porque algunos eran edificios interesantes, sino por lo que simbolica y culturalmente representaron para varias generaciones de peruanos. Pero así es el Perú. El historiador suizo Jacob Burckhardt dijo que "lo que nos diferencia de los bárbaros es el respeto al pasado". Como se ve, somos aún bárbaros.